viernes, 7 de febrero de 2014

Daniel de Busturia afirma que Europa es necesaria

En plena crisis económica y social, son muchos los que consideran que Europa no es tan necesaria para España y que sus legislaciones nos afectan negativamente. Un problema que viene arrastrado desde hace años, como por ejemplo la revista económica Futuro¸que publicaba en su número 71, correspondiente a septiembre de 1992, el artículo Europa es posible porque es necesaria, del director de estrategias de empresa Daniel de Busturia.

Se trata de un artículo de opinión y análisis en el que situaba la década de los 90 como "el horizonte de la esperanza", ya que, después de una fatídica década de los 80, los españoles "pensábamos amanecer en 1993 altos, rubios y alemanes".

La coyuntura económica internacional no era, ni mucho menos, la más espectacular, y se avecinaba un final de siglo "difícil", potenciado especialmente por la reunificación de Alemania que afectó al conjunto de economías europeos porque, además, se hundían los sistemas políticos de la Europa del Este. En este marco, los europeos vieron cómo eran incapaces de entusiasmarse sobre las ideas de libre circulación de mercancías, servicios, personas y capitales.

Un problema que aún se arrastra en la actualidad y que para Daniel de Busturia, la integración europea es, "o debe ser, ante todo, un concepto organizativo socio-político y cultural, de vocación y conveniencia, basado sobre una metodología voluntariamente definida de carácter económico para provocar el abandono progresivo de las competencias soberanas nacionales, sin menoscabo de las señas particulares de identidad".

El economista y escritor lamenta que "mientras el proyecto europeo queda anclado en la conciencia pública española como algo tan insignificante que sólo requirió un procedimiento casi técnico, y "pasivo", de añadir en el texto constitucional, la percepción española de la Unión Europea seguirá siendo la del aduanero, la del decretazo o la del sudor y lágrimas del programa de convergencia". ¿Cómo volver a esa Europa brillante, pues?

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